El Terrassa FC logró una laboriosa victoria por 3-1 ante La Nucía (que consumó su descenso matemático) en el Estadi Olímpic, suma ya 40 puntos (es noveno), dibuja un balance favorable (10-10-9, 37-35 en goles) y aleja la zona de peligro, aunque habrá que seguir mascando tornillos.
Los rojillos recibían a un rival herido casi de muerte (su defunción en la categoría se materializó en Terrassa), pero no se fiaban, a tenor de algunos sustos propinados en jornadas anteriores a otros contrincantes. Los egarenses manejaron a su antojo el ritmo de partido, lanzaron alguna andanada, y Aythami, a la salida de un córner, demostró su estado de gracia ante puerta (minuto 17). Hasta el descanso, dominio estéril de los de Chus Trujillo, que dosificaron la ventaja.
En la reanudación, el Terrassa FC salió a morder. No cabía arriesgarse a un hipotético final con mínima ventaja. Curiosamente, tras una ocasión alicantina, Buenacasa, también fino ante la portería contraria, culminó una contra con solvencia (minuto 60). Los egarenses se gustaban, y, ya en pleno festival de sustituciones, Salvans marcó con una hábil rosca en el minuto 78. Hacia el final, los egarenses se resintieron de algunos cambios, el rival acortó distancias y Marcos Pérez salvó más situaciones de peligro. De esta manera, el balance histórico contra La Nucía sonríe al Terrassa FC.
Al final, el público (voluntarioso en plena Semana Santa) vitoreó el merecido triunfo del Terrassa FC por 3-1. El umbral de los 40 puntos ya está en el bolsillo, a cinco jornadas de la conclusión, y con tres jornadas seguidas sumando a las espaldas. El descenso lo marca el Formentera (34 puntos), y el posible play out, el Alzira (36). Hay colchón, pero hay que seguir sumando para conseguir un final apacible. El Olímpic sonríe.
